En Nicaragua hay unos micro buses, que viajan a toda velocidad llenos de gente, de Carazo hacía Managua y viceversa, a estos los llaman inter mortales. Iba apresurado para clases, ya estaba retrasado, saliendo de mi casa hacia la carretera vi uno de estos aterradores artefactos, pero le note una singular diferencia, el conductor tenia bustos grandes y pelo largo, el ayudante tenia las uñas pintadas, se detuvo a unos 10 metros de la parada.
En efecto, el conductor y su ayudante, eran mujeres, ese mal llamado sexo débil, probablemente se la ganan a muchos hombres que pasan todo el tiempo quejándose de la falta de trabajo y culpando a los gobernantes. Me sentí mas seguro que la señora manejara ya que iba con cuidado, lo único parecido es que igual montaban y montaban pasajeros como vacas a un camión.
En el trayecto surgieron muchos pensamientos, el primero fue "ese milagro que son mujeres ?". Claro tengo la mente corroída por ese virus de estereotipo que carcome al universo. El segundo fue "ve que curioso nadie ha dicho nada" y en ese preciso instante un señor que su pelo ya pintaba algunas canas, por sus arrugas y gestos aparentaba unos 55 años, dijo "ve esta bueno que las mujeres le hagan las competencia a los hombres y siguió diciendo cosas que ya no puede captar porque iba meditando esta crónica.
Las mujeres ya no están para ser subyugadas , para solo cuidar niños, o para estar en las casas, ellas tienen todo el derecho de trabajar en lo que quieran y puedan, en un mundo con tanta miseria algo se tiene que hacer para ganarse el frijol de cada día. La ayudante, cobraba, regateaba, pedía lugar en la parada acomodaba a los pasajeros.
La vida es una lucha constante y una búsqueda de la felicidad, no es completamente seguro encontrar la felicidad entera pero con solo el hecho de trabajar por ella se alcanza satisfacción.
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